Bueno, la historia es de sobra conocida
por la mayoría de quienes llevamos un tiempo al menos en esto de lo dramas
(sean coreanos, japoneses o taiwaneses), así que me ahorraré palabrería
innecesaria ( o al menos eso intentaré) y sólo me centraré en
archirrecomendar con todo el poder de
persuasión de mis palabras que le den una oportunidad a este dorama… porque no
se arrepentirán, lo garantizo!.
Sinopsis: Continuamos la
historia de amor entre Kotoko Aihara (Miki Honoka) y su eterno enamorado y
ahora esposo, Naoki Irie (Furukawa Yuki ), el genio arrogante con el IQ de 200.
Esta segunda temporada muestra la vida de Kotoko y Naoki después de su boda, ya
como una pareja casada, y con todos los desafíos que ellos implica,
conociéndose realmente el uno con el otro, planificando el futuro, tomando
decisiones… en fin, sólo hacer lo que la vida adulta exige de ellos. Pero que
ambos sean ya adultos no significa que se comporten como tales todo el tiempo,
de esta forma a lo largo de los 16 capítulos, somos testigos de las infaltables
aventuras y enredos generadas, en su mayoría, por la mente excesivamente
imaginativa de Kotoko, vemos también que nuestros protagonistas comienzan a
replantearse las decisiones que han tomado para su futuro, en lo académico,
laboral e incluso personal, y cómo en esta búsqueda van integrando nuevas
personas a sus vidas: amistades, rivales y guías. Comienza la nueva vida de
Kotoko y Naoki.
Opinión
Personal: Es necesario que lo repita una vez más? Me encantó esta
versión, en todas y cada una de sus partes!. A ver, hasta antes de ver esta
nueva adaptación japonesa (tras la primera de 1996) vi en su momento la versión
koreana (Playful Kiss), uno de esos errores de principiante en dramalandia: en
lista que veía estaba entre los más populares y mejores dramas. Vi sus 16
capítulos con el bostezo contenido al principio, con indignación luego, y
finalmente casi con indiferencia de tanta mala actuación y falta de emoción.
Este visionado me hizo dudar seriamente de seguir viendo dramas coreanos… hasta
que di con la versión taiwanesa, It started with a kisss, que era de años antes
(2005): fue encontrarla y devorarme sus 2 temporadas y 50 capítulos en total en
el margen de unos pocos días. Es que si algo he aprendido de los escasos dramas
taiwaneses que he visto, es que saben imprimir en sus historias la intensidad
de las emociones llevada al máximo, pero sin caer en el extremo de la
sobreactuación. Bueno, y a ello súmenle que los protagonistas, Ariel Lin y Joe
Cheng, hicieron una de las parejas con más química que he visto en algún drama,
en serio, casi saltaban chispas para deleite nuestro. Por lo demás, sus
actuaciones fueron notables: sólo como dato, Ariel Lin ganó el Golden Bell Award
a mejor actriz por la segunda temporada, el que entiendo es el premio más
importante de Taiwán.
Y bueno, esta adaptación taiwanesa quedó
para mí como la mejor de la historia… hasta que llegó esta nueva versión
japonesa. La desbancó de tan alto honor? Aún lo estoy pensando, pero con altas
probabilidades que así sea finalmente. A ver, para disfrutar esta historia en
cualquiera de sus versiones, pero muy particularmente en la japonesa, se debe
tener claro que estamos ante una historia típicamente rosa y cliché, en la que
no abunda complejidad de los argumentos y giros dramáticos, mucho menos en
profundidad de los personajes, pero ello no se debe a alguna carencia de guión,
dirección, mucho menos del manga en que está basado: la esencia de Itazura Na
Kiss consiste simplemente, en presentarnos una historia común, de una chica que
tiene un amor idealizado por otro chico que parece inalcanzable, pero cuyos
destinos se unen sin retorno… por un inocente beso. La base de esta historia y
de su capacidad inagotable por encantar a los espectadores es justamente la
exposición sincera, natural y pura de los sentimientos y emociones más bellos
de la juventud: el enamoramiento, la ensoñación, la amistad, el amor romántico,
el esfuerzo, la vitalidad y alegría por la vida. Porque, de qué otra forma
podría habernos conquistado una chiquilla torpe, de escasas luces
intelectuales, poco atractiva (en teoría), y carente de vergüenza y amor
propio?. Kotoko (Miki Honoka) lo hizo, a punta de desplegar todo el arsenal de
emociones y sentimientos que antes he señalado.
Si lo pensamos bien, es justamente
Kotoko el corazón de esta historia, del mismo modo que Naoki es su cerebro:
Kotoko es quien alberga y demuestra todo ese conjunto de sentimientos que antes
he mostrado, y si bien ella lo hace siempre con Naoki como su centro
gravitacional, y como el sentido de su vida, finalmente nos damos cuenta que es
su propia naturaleza e individualidad la que le permite actuar y obrar de ese
modo. Kotoko es todo corazón, sentimientos y entrega, primeramente a Naoki,
pero en general a todos quienes ama: sus amigos: cómo olvidar la forma en que
lucha por su amiga cuando la necesita, o como busca por todos los medios
posibles que Kin-chan se de cuenta que tiene al amor de su vida en Chris; su
familia, la relación con la suegra… la mejor suegra de la historia de los
dramas, con sus meteduras de pata frecuentes y todo, e incluso a quienes no la
vincula relación alguna: sus pacientes como enfermera, claro ejemplo. Kotoko es
todo corazón, de eso no hay duda, y debemos tener claro que como tal la
prioridad en su vida siempre será su amor por Naoki… ello la lleva a tomar
decisiones y cambiar sus planes futuros que de otra forma no habría pensado en
hacer. Para muchos, ello es un signo de la debilidad y sumisión de su personaje
a Naoki, de su falta de ambiciones propias… tal vez sea cierto, pero mirándolo
en el contexto de una adaptación de manga de tales características, no creo
justo exigir de un personaje niveles de seriedad y realismo que difícilmente
podemos esperar nazcan de un manga. Kotoko es simplemente una mujer enamorada y
soñadora, ello define su vida, y en base a ello construye su provenir. La
Kotoko casada no difiere mucho de la soltera, ni de la estudiante de instituto,
por ello uno se pregunta, ha madurado en algo dado que ya está casada? Bueno, a
su manera, lo ha hecho: decide ella el rumbo que quiere para su vida, aunque
ello signifique que continúe girando alrededor de su sol, Naoki.
Naoki (Furukawa Yuki), por su parte, es
la antítesis de Kotoko: incluso como esposo de ella, él no deja a un lado su
postura de indiferencia y superioridad frente a la vida… frente a Kotoko se
hace el fuerte, pero cada momento en que su actitud vuelva insegura o haga
dudar a Kotoko del amor que siente por ella, se manifiestan esos sentimientos
que tiene bien ocultos de los demás. Este Naoki creo que debe ser el más
abiertamente expresivo en torno a sus sentimientos que he visto, incluso más
que Joe Cheng de la versión taiwanesa, y eso fue un punto fuertísimo de este
dorama que me encantó!. Sin embargo, hacia la mitad del dorama, cuando junto a
Kotoko viven su primera gran crisis matrimonial, la verdad se me hizo un pesado
terrible por la obstinado y orgulloso que se vuelve, generando más de un
malentendido innecesario. Nada irreparable, por supuesto, pero aún así sentí
que su indiferencia dañaba horriblemente a Kotoko, y eso me afectaba! (jajaja).
Pero bueno, Naoki también madura, tomas decisiones y cambia rumbos en su vida,
atrayendo consecuentemente a Kotoko a ser parte de todos estos cambios, para
bien o para mal. Como decía antes, si Kotoko es sólo corazón, Naoki es puro
cerebro: siempre razonando todas las cosas, tratando de explicarse emociones
que antes no había experimentado (celos, por ejemplo), pero siempre tratando de
proteger a Kotoko, y tratando de hacerla más independiente.
Bueno, los 16 capítulos que dura el
dorama son los precisos para contarnos todo lo que esta historia tenía por
contar: los acontecimientos se suceden rápidamente, no hay rellenos
innecesarios ni giros argumentales angustiantes que nos dejen con la cabeza a
dos manos: todo está en su justa medida. Los personajes nuevos que recibimos en
esta temporada (los compañeros de carrera de Kotoko, Moto-chan. Keita, Marina y
la otra chica, además de Christine) son un soplo de aire fresco y relajo que no
hace más que provocar sonrisa espontánea en cuanto los ves. Bueno, salvo Keita,
pero ello porque tendrá un rol crucial en cierta crisis entre Naoki y Kotoko.
Los últimos capítulos se extrañaron sí estos personajes, que se pierden un poco
ante la concentración absoluta del desarrollo en la relación de Kotoko y Naoki,
lo cual por lo demás es de toda lógica.
Punto aparte merecen la pareja formada
por Kin-chan, el antiguo eterno enamorado de Kotoko, y Christine, la chica
inglesa que se enamora de él con pasión y arrojo semejante a la de Kotoko,
pareja linda hasta el cansancio, con todos los altibajos de su relación. En
buena parte de esta temporada además, la historia está ambientada en el
Hospital en que Naoki y Kotoko comienzan sus vidas como profesionales, y siempre
rodeados de su grupo de amigos, generando situaciones hilarantes y tiernas a
partes iguales entre este particular grupo de amigos. La familia Irie, por su
parte, tan presente como siempre: la suegra siempre conspirando con Kotoko para
obtener lo que se proponga de Naoki, Yuki, el hermano pequeño, que conforme va
creciendo, descubrirá su propia historia de amor.
En fin, dije que no me iba a extender
demasiado y ya estoy dando la lata… pero es que este drama merece cuantos
elogios haya!. Sólo para terminar, comentaré unos cuantos puntos que me parecen
dignos de ser destacados: en primer lugar, la magnífica actuación de Miki
Honoka, la jovencísima actriz de sólo 18 años que dio vida a Kotoko… esta chica
es diamante en bruto! Su talento para la comedia es enorme, pese a que muchos
pueden haber sentido que su actuación era más bien sobreactuación, a mi gusto dio
en el clavo perfectamente en la forma que debía interpretarse a Kotoko:
adorable, traviesa, ingenua, desvergonzada, todo un paquete que no produce otra
cosa que empatía. La escenas en que Kotoko, víctima de sus propias ensoñaciones,
se trasladaba a sus mundos paralelos, fueron simplemente notables… es que las expresiones
faciales de nuestra protagonista eran para enmarcarlas!. Yuki Furukawa como
Naoki estuvo muy bien igual, no extraordinario, pero si lo suficientemente
agradable para hacer más querible al odioso de Naoki. Y finalmente, sólo como
comentario aficionado (ya que no he leído el manga, y solo he visto imágenes
que vuelan por ahí) el trabajo de dirección y guión fue estupendo: hubo escenas
del dorama que fueron replicadas tal cual están dibujadas en el manga, lo
comprobé al buscar imágenes para la entrada.
Bueno, hasta aquí mi reseña-alabanza. Si
quieren un dorama sencillo, chistoso, emotivo, ridículo a veces, encantador en
resumen, y durante cuyo visionado una sonrisa de oreja a oreja se apodere de
sus rostros, si quieren en definitiva ver sólo flores, pasteles, arcoíris,
muchos colores... y besos, muchos besos, en definitiva, partan a ver Itazura Na Kiss: Love in Tokyo 2. Alguien
más vió el dorama, cualquiera de sus temporadas, o tiene intenciones de
hacerlo?. Nos leemos!!.
- Emitido entre el 24 de noviembre de 2014 y el 9 de marzo de 2015 por Fuji TV, consta de 16 capítulos de 45 minutos cada uno aproximadamente.
- El opening, a mi entender, es de los mejores que he visto en algún drama: la canción se llama (era que no) Kiss, interpretada por la cantante Cynthia.
- Como ya les había comentado, está la termporada 1 y el especial luna de miel en Okinawa, todoas disponibles en viki y dramafever para ver online.