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sábado, 23 de enero de 2016

5 ji kara 9 ji made: Genial dorama sobre el amor, budismo e inglés.

Buen sábado a todos! Después de un tiempo considerable, orgullosamente les traigo… una nueva reseña de drama! Con la mala racha de dramas que tuve el año pasado, ahora me siento casi extasiada cuando soy capaz de terminar uno. Con el que les reseñaré hoy no fue un gran esfuerzo, debo decir. O sea, me demoré un par de semanas en terminarlo, pero fue por falta de tiempo, que si lo hubiera tenido, probablemente me habría maratoneado el drama. Debo decir, una vez más y a riesgo de parecer disco rayado, que con cada nueva producción japonesa que veo sigo quedando más y más maravillada del buen hacer que han conseguido en materia de dramas, y todo en su propio estilo. Lo alabo y agradezco, porque esa capacidad de inventiva es siempre un viento de aire fresco en una industria tan plagada de clichés y repeticiones.
El drama en cuestión es 5 ji kara 9 ji made (“De 5 a 9”, literalmente), emitido entre octubre y diciembre de 2015 en Japón por la cadena Fuji TV, y protagonizado por la genial Ishihara Satomi (buenísima actriz), y la estrella pop Yamashita Tomohisa (ya saben, Yamapi para los amigos), adorable (o como dirían los gringos, adorkable) en su rol de monje budista. En fin, sin más dilación, vamos por la reseña!.




Reseña: Junko Sakuraba (Ishihara Satomi) es una profesora de inglés de tiempo parcial en un instituto de Tokyo, cuyo mayor sueño es conocer y trabajar en Nueva York. Está a punto de cumplir sus 29 años, pese a lo cual aún vive con sus padres y hermana pequeña. En una ceremonia budista a la que Junko asiste junto a sus padres, producto de un desafortunado accidente conoce al monje budista Hoshikawa Takane (Yamashita Tomohisa), quien ha vivido su vida en el templo de sus antepasados, para convertirse en el Monje principal del templo. Después de tal contratiempo embarazoso, Junko piensa que nunca volvería a verlo, sin embargo, los dos terminan reuniéndose de nuevo en una cita a ciegas organizada por la madre de Junko y un anciano monje del templo. A partir de este reencuentro, Takane manifiesta su decisión de que Junko sea su esposa, y la señora del templo, manifestando su amor de las formas más diversas (y ridículas), intentando ganarse el corazón de esta maestra de inglés. Las cosas se complican para Junko cuando llega desde Nueva York a su instituto como director Kiyomiya Makoto (Kei Tanaka) quien fuera su propio maestro de inglés y de quien ella estuvo enamorada unos cuando fue su estudiante. Así, comienza una divertida serie de situaciones entre los distintos integrantes de este alegre instituto de inglés.  

Opinión personal: Japón, Fuji TV, lo has hecho de nuevo. Pienso en algo que no me haya gustado, o que me haya producido algo de rechazo, y sinceramente no lo encuentro. Todo en el drama del Monje (lo llamaremos así) resultó ser tan adorable, divertido, enternecedor, emotivo, y hasta absurdo, que siento como si las diversas cavidades de mi corazoncito hubieran sido llenados. Cuando quieran ver cómo hacen comedia romántica los japoneses, vean este drama, en serio!. Creo que es de lo mejor que he visto en el género hace mucho tiempo, una historia fresca, ágil, divertida, que no se torna grave por parecer más profunda, ni llega a lo grotesco en busca de lo cómico, lo cual podría esperarse considerando que el drama está basado en un manga del mismo nombre. En “5 ji kara 9 ji made” hay una intención y objeto claros: mostrar de una forma amena cómo logra nacer el amor entre dos personas, pese a no tener nada en común, y sí mucho que los separa. Porque Junko y Takane no pueden ser más distintos el uno del otro: ella maestra de inglés, él monje budista; ella muy sociable y extrovertida; él solitario y reflexivo; Junko torpe y sin habilidades en todo lo que no sea su carrera; Takane experto en las materias más inauditas. Y sin embargo, Takane se propone enamorarla desde el momento que la conoce, simplemente por ser ella. Por supuesto, yo lo escribí de forma más bella de lo que el drama muestra (los primeros 3 capítulos son de una hilaridad que extrañaba hace rato en dramas japoneses), pero es lo primero que logro reflexionar al pensar en el drama.
Hay un trabajo de guión muy bueno detrás de esta historia, como decía antes de una agilidad qque se agradece, dinámico, con diálogos a veces de una velocidad pasmosa, y que entre cada línea contiene alguna gracia. La construcción de los personajes (todos, protagonistas, secundarios, hasta incidentales) es la justa y necesaria, sin ahondar demasiado en los protagonistas ni dejando a los secundarios como simples satélites de ellos, sino que con sus propias y paralelas historias.

De esta forma, nos encontramos con diversidad de historias amorosas: Junko tiene tras sus huesitos a nuestro querido Monje, (a quien, dicho sea de paso, su abuela quiere casar con otra mujer, una señorita de buena familia llamada Kaori, quien se adecúa  a la perfección al rol de señora de templo budista), al director del instituto, a Mishima Satoshi (Furukawa Yuki) quien es su compañero de trabajo, y además amigo desde la universidad, y a una alumna (sí, alumna). Por otra parte, tenemos el triángulo amoroso entre Yamabuchi Momoe (Takanashi Rin), una tímida compañera de trabajo de Junko, también profesora, tremendamente tímida, y quien tiene un oculto amor… por las historias de manga, y particularmente el boys love. Su vida se altera cuando otro maestro, Kimura Arthur (Hayami Mokomichi) le declare su amor… sin esperar una competencia tan difícil como a la que se enfrenta. Por otra parte, Mouri Masako (Saeko), secretaria del instituto de inglés, tiene un amor unilateral hacia Mishima, quien la ignora por los sentimientos que tiene hacia Junko, lo que la hace muy infeliz… hasta que un alumno del instituto comienza a rondarla. Y así suma y sigue.
  En cuanto a las actuaciones, no tengo una sola queja, Sólo alabanzas hacia Ishihara Satomi, como decía una actriz muy versátil y que logra expresar un amplio rango de emociones. Sabrán que Yamapi nunca ha sido mi favorito, pero el desgraciado tiene un buen ojo para los trabajos que elige! No se exige demasiado, no destaca su actuación… sin embargo su personaje es tan querible, creepy, extraño y divertido al mismo tiempo, que no pude sino encariñarme  con él. Eso es oficio. Me sorprendió mucho, además, la gran calidad de los personajes secundarios: la pareja de Miss Momoe y Mr. Arthur mi favorita por lejos: merecen su drama paralelo, su spin off, en serio, y no demoré en caer en cuenta que él fue Tenjo Knight en Proposal Daisakusen. Mishima, por su parte, interpretado sin mucho esfuerzo por Furukawa Yuki: su personaje tuvo un desarrollo mucho menor de lo que hubiera podido tener, pero todo se explica por la limitada duración de los dramas japoneses. Y sí, él fue Naoki, protagonista en Itazura na Kiss: love in tokyo, y aquí lo tenemos de secundario. Cosas así son normales en Japón, a no extrañarse.
Puro eye candy, fan service, o como le llamen!
Bueno, dejo para el final el análisis de nuestra pareja principal: un lujo. Los amé, a ambos (más a ella, debo repertirlo), y su tan particular camino hacia el amor fue bello y enternecedor. Creo que hubo un muy buen equilibrio y juego en el guión entre sueños vs amor, y ellos supieron interpretarlo muy bien. Y bueno, como me encanta que los dramas que me han encantado sean premiados, les cuento que en los recientes 19° Nikkansports drama grand Prix, el drama del Monje fue uno de los grandes ganadores: mejor drama, mejor actriz protagonista, y mejor actor de reparto (Yamapi).


Bueno, ya no les adelanto nada más, he dicho mucho, y este es un drama que deben ver porque lo disfrutarán sin lugar a dudas, y la idea es que se sorprendan con él como me ocurrió a mi. Me cuentan qué tal les va con él!. 

4 comentarios:

  1. Amiga tengo que agradecerte mucho por esta recomendación, me mantuvo gratamente entretenida y contenta mientras la vi, además fue una brisa de aire fresco para lo que normalmente andaba viendo.El año pasado vi montones de comedias románticas y empezando este así le he continuado, sin embargo las situaciones que vemos en el tipo de doramas japoneses son distintas a lo que los coreanos nos presentan porque los japos son más... absurdos y creativos en sus personajes creo XD
    Podrá ser ligera y lo que sea pero en su comedia me resultó magnífica, y esos personajes extraños como el de la amiga fanática del yaoi y el chico que andaba detrás de ella, lo del estudiante trasvestido enamorado de la maestra, el mismo monje y los ayudantes del templo!jaja me hicieron reír como loca en estos 10 capítulos.
    Gracias de verdad Gaeli por una recomendación tan buena como esta. Si te encuentras otra serie del tipo no dudes en recomendarmela amiga!
    Saludos!!

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    1. No te había respondido amiga, sorry! :P
      Ya nos deleitamos con este drama, yo lo comencé con cero expectativa, pero como bien dices, ese humor absurdo y tan unico tipico de los japoneses es lo que hace siempre tan frescas sus historias.
      Sigo a la caza de Never let me go, asi que en cuanto lo pille te aviso!
      Besotes!!! <3

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  2. Me gusto muchisimo!! Me divirtio mucho. Lo malo, lo mucho que odio la escasez de besos en los doramas Japoneses, bueno y en los Coreanos, Chinos...¡¡que se besen más por dios!! jajajajajajaa

    Bss

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    1. Este drama fue una grata sorpresa para mi! le tenía poca fe, y quedé encantada con el romance y la comedia!! Pero es cierto, creo que en la escala de besos, los japoneses son en los que escasean más, luego los coreanos. Chinos no he visto, así que no lo sé, pero sí se que los taiwaneses son menos tímidos que sus vecinos... Has visto They kiss again? OMG que besotes ajajaa

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