Hola nuevamente queridos lectores, y
gracias a quienes se dan el tiempito de pasar por aquí. Espero que sepan que pese a mi falta de
constancia en publicar, este rinconcito sigue siendo una parte muy importante
de lo que me gusta compartir con el mundo (virtual se entiende), y saber que
hay personas interesadas en lo que escribo, y más importante aún, interesadas
en aquello sobre lo que escribo, pues es el aliento que me basta para seguir
escribiendo aunque sea ocasionalmente. Y
bueno, estoy de vacaciones desde el pasado viernes, así que aprovecharé al
máximo los días que tengo para hacer todo lo que quiero y no puedo por culpa de
la rutina, y eso en orden de relevancia para efectos del blog se traduce en: leer,
ver dramas, ver películas, visitar bibliotecas o librerías.
Y bueno, sobre la lectura me siento
bastante satisfecha de mis resultados este año pese a la falta de tiempo que
siempre uso como excusa, pues a la fecha llevo leídos 16 libros de mi meta a
fin de año que son 24. He tenido la fortuna de toparme con muy buenos libros:
alguno obra maestra elevado de inmediato a mi altar personal de la literatura
(Ensayo sobre la ceguera), otros que me reprocho cada día por qué no los leí
antes (Los reyes malditos, terminé el libro II de los VII que completan la
saga), y otros clásicos indispensables que me alivia haber leído al fin
(Crónicas Marcianas, El extranjero). Pero hay una categoría especial entre esos
libros que he leído, que son las sorpresas inesperadas: aquellos a cuyas páginas
me asomé por mera curiosidad, sin expectativa de ningún tipo, y que me
atraparon al instante, dejándome con las emociones a mil y obligada a leer
capítulo tras capítulo, casi sin pausa. Y en este apartado, Eleanor y Park de
Rainbow Rowell se lleva el premio mayor.
La verdad es que hasta antes de leerlo
era muy consciente de la popularidad que esta novela juvenil estaba teniendo en
forma constante hace unos 3 años más o menos, lo que se evidencia tanto en su
permanencia entre los libros más vendidos en las listas nacionales, como en las
reseñas y recomendaciones de blogs, webs y comunidades de literatura en
general. Y otra verdad más: pese a todo ese ruido, jamás pensé en darle una
oportunidad al libro, en parte por mi fuerte prejuicio hacia las novelas
juveniles, lo reconozco. Así que no fue sino hasta que mi amiga Susana me habló
tanto y tan bien de este libro que comencé a retenerlo con mayor atención, y en
cuanto tuve la oportunidad comencé a leerlo por si me atraía. Resultado: en 3
días lo terminé. Quieren saber por qué? Aquí se los cuento.
Reseña: “-Bono conoció a la que sería su mujer en el
instituto -dijo Park.-Sí, y también Jerry Lee Lewis -contestó Eleanor.-No estoy
bromeando.-Pues deberías. Tenemos 16 años -dijo Eleanor.-¿Y qué pasa con Romeo
y Julieta?-Superficiales, confundidos y, posteriormente, muertos.-Te quiero, y
no estoy bromeando -le dijo Park.-Pues deberías". Eleanor es nueva en el
instituto; su vida familiar es un desastre; con su intenso pelo rojo, si figura
regordeta y su extraña forma de vestir no podría llamar más la atención aunque
lo intentase. Park es un chico de padre estadounidense y madre coreana, su vida
familiar es tranquila, no es exactamente popular, pero con sus camisetas
negras, sus cascos y sus libros ha conseguido ser invisible. Todo empieza
cuando Park accede a que Eleanor se siente a su lado en el autobús del
instituto el primer día de clase. Al principio ni siquiera se hablan, pero poco
a poco comparten sus hobbies, y gracias a la música, los comics y la literatura
empiezan una relación de amistad... para terminar enamorándose de la forma en
que te enamoras la primera vez, cuando eres joven, y sientes que no tienes nada
y todo que perder.
Opinión personal: Prefería dejar
la reseña tal y como aparece en la contraportada del libro, porque siempre me
pasa que si trato de resumirla yo terminé intercalando mis opiniones y
apreciaciones personales, y la idea es que éstas queden en este párrafo y no en
el de la reseña jeje. Bueno, decir que Eleanor y Park es una novela juvenil más
puede no estar del todo equivocado, efectivamente nuestros protagonistas, Eleanor
y Park, son jóvenes en el mundo, y es su mundo precisamente el que sirve de
telón de fondo a esta historia. Pero más allá de ser una novela que se vale
exclusivamente de ese carácter joven de sus protagonistas, siento que la
historia fue inteligentemente bien pensada y planteada, de modo que con cada
página leída, a cada diálogo, pensamiento o acción de nuestros protagonistas,
no genera la reacción inmediata en uno como lector de pensar: “ah, esto es lo
que diría un joven en X situación” sino que provoca una sensación de incertidumbre,
de no saber qué es lo que piensan o esperan del mundo simplemente por ser
individuos únicos y distintos de todos los demás. La individualidad, creo yo,
es finalmente el hilo conductor que guía todo el desarrollo de la historia, y
no la juventud. La consciencia de dicha individualidad que como personas
adquieren los jóvenes a partir de esta edad, es lo que los hace buscar su lugar
en el mundo, cuestionarlo todo y dudar de todo. Es lo que los hace, en definitiva,
diferenciarse del resto, y plantarse ante el mundo como un ser distinto y
único, muchas veces incomprendido… pero nunca solo.
Eleanor y Park está escrito de un modo
bastante suscinto y escueto a veces, alternando cada capítulo relatándonos
desde tercera persona la visión de Eleanor o la de Park sobre la vida diaria,
la escuela, familia, el mundo o la vida simplemente. Ambos muchachos tan
distintos en lo físico (Eleanor con su cabellera colorina y rolliza, Park con
sus rasgos asiáticos y delgado), en lo familiar (Eleanor en una casa repleta de
hermanos pequeños, una madre con pinta de supermodelo y un padrastro miserable;
y Park en una familia “típica americana” con su padre, madre, hermano menor,
abuelos, sus clases particulares de karate y su casa de revista), y en lo
social (Eleanor relegada al nivel de paria en la escuela desde que llegara,
sólo por ser nueva, colorina, y mal vestida; Park no siendo popular, pero con
un aura de misterio y distancia que lo protege de la jungla que es la escuela),
llegan a converger en un punto en común cuando cada uno de ellos comienza a enseñarle
o entregarle al otro lo que no sabían que les faltaba. A través de los cómics
primero, la música luego (referencias constantes a The Smiths, Joy Division, The
Cure, Ozzy Osbourne, o The Beatles), y luego la vida simplemente, ambos jóvenes
realizan un camino de descubrimiento mutuo, que los hace experiemntar por vez primera
lo que significa complementarse con otra persona. En ese viaje somos meros
testigos, de una historia que ya desde el principio nos indica que no todo es
alegría cuando se es joven… la remembranza del principio algo ya nos dice.
Me gustó mucho la propuesta de historia
que hizo la autora: sin duda nuestros jóvenes protagonistas son lo suficientemente
outsiders para hacer sincronía con el lector, pero hubiera deseado un poco más
de sustancia en la historia y el desarrollo de los personajes. Es decir,
sabemos mucho de lo que hacen, dicen, o piensan, pero no está muy bien
desarrollado por qué lo hacen, dicen o piensan. Contexto, siento que eso faltó
ser más desarrollado en el libro, y eso lo habría pulido mucho mejor de como
terminó siendo. Ello no quita que la historia aunque sencilla, está muy interesantemente
planteada, lo que es evidente cuando la lectura se vuelve muy fácil de avanzar
y de discernir, pero siento que le faltó
sustancia para ser una historia más profunda y perdurable en la memoria del
lector. Creo que un factor muy decisivo en el sentido de emotividad y nostalgia que inspira el libro es su ambientación histórica: 1986, cuando la distancia sólo permitía comunicarse por teléfono fijo, cuando la música se alojaba en sofisticados casettes y quien tenia una radiocasetera era un afortunado.
En general, es una historia que me
entusiasmó muchísimo, que me gustó como fue desarrollada (incluso ESE final) y
con la que me pasó algo curioso: una vez terminado de leer el libro, sentí que
había visto una película, como estas típicas estadounidenses ambientadas en
preparatoria con romance juvenil, los populares y los otros, con la diferencia
que en vez de tono de comedia, esta sería una película a medio camino entre el
drama-lección de vida y el melodrama juvenil.
Díganme si no son hermosos estos fan arts! |
En fin, hasta aquí mi humilde opinión
sobre este libro. No dejen de leerlo si tienen la oportunidad de hacerlo,
aunque tuve mi reparos que ya conocen, es un libro que vale la pena de todas
formas. Y a quienes lo han leído ya, qué les pareció? Anímense y me cuentan en
los comentarios!.
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