Luego de haberlo pospuesto unos cuantos
días por razones totalmente irrelevantes, hoy al fin traigo la reseña del
último dorama japonés que logré ver en emisión, Sukina Hito ga Iru Koto, nombre
que jamás pude aprender ni menos recordar, y que por supuesto debí copias y
pegar aquí, y que me hace recordar esa manía –para mal de nosotros, público occidental,
pero totalmente comprensible para ellos- que tienen los japoneses por poner
nombres eternos a sus mangas, doramas y producciones en general. La traducción
al español serían algo así como Una chica y tres encantos así que mejor
quedemos con el nombre original jaja.
En fin, hace algunas semanas estoy en
una verdadera crisis de dramas, he perdido totalmente el interés por ver nuevos
lanzamientos e incluso tengo a medio terminar dramas que me tenían muy
entusiasmada (Age of youth y Cinderella). Siento que, tal vez por la época del
año, me siento un tanto saturada de ver tantas historias repetidas o
semejantes, personajes que parecen calcados, y no mucha novedad, culpa que en
gran parte atribuyo a los dramas coreanos, no así con los japoneses, que este
año he visto algunos doramas para quitarse el sombrero (Juhan Shuttai, Watashi
wo hanasanaide, Kaitou Yamaneko). Y bueno, como el sabio dicho un clavo saca a
otro clavo, mi reacción a esta crisis ha sido precisamente aplicar tan sabio
dicho: una serie de época saca otro drama: Downtown Abbey y Outlander son las
responsables de mis alegrías estas últimas semanas, y es más, debo reconocer
que con la segunda estoy en una fase de amor y fanatismo total y absoluto. Pero
eso es tema de otra entrada, hoy traigo como les decía la reseña de este dorama
japonés que vi en emisión, livianito y sencillo, pero cuyo encanto me hizo
añorar el verano y la playa y el calorcito de esa época como nunca. Razones? Ahora les cuento.
Reseña: Misaki
Sakurai (Mirei Kiritani) no ha tenido una relación sentimental en mucho tiempo.
Se ha enfocado, por el contrario, en su trabajo como pastelera para
eventualmente un día tener su propio negocio. Sin embargo, y pese al esfuerzo
que dedica a su trabajo, es despedida de forma inesperada, quedando sin un plan
certero de que hacer con su vida. Un día Misaki queda encerrada en el baño de
un restaurant, luego de horas allí llega el dueño y la ayuda a salir. Su sorpresa
es grande al reconocerlo como Chiaki Shibasaki (Shohei Miura), quien fuera su
amor platónico en la escuela. Chiaki, al saber que Misaki es pastelera, le
ofrece un puesto para trabajar en el restaurant que él regenta en un pueblo
costero, y le ofrece alojamiento en su propia casa, a lo que Misaki accede
encantada ante la perspectiva de volver a compartir con su amor platónico. Sin
embargo, al llegar allí, Misaki se da cuenta que no trabajará ni vivirá
solamente con Chiaki, pues con él viven sus dos hermanos menores: Touma (Shuhei
Nomura), quien tiene 21 años y se está preparando para ser Chef, y Kanata
(Kento Yamazaki), que tiene 24 y es el chef titular del restaurant familiar,
Sea sons. Touma tiene una personalidad muy alegre y extrovertida, por lo que de
inmediato entabla una amistad con Misaki, pero Kanata es con mucho el más
severo, distante e introvertido de los hermanos, y le manifiesta de inmediato
su rechazo a Misaki. En un lugar paradisíaco, en el que prometió vivir un
romance de verano, Misaki debe acostumbrarse a su nueva vida, compartiendo a
diario con estos 3 hombres, trabajando con ellos, y luchando con sus
sentimientos.
Opinión Personal: Como pueden
ver, la trama del dorama es bastante sencilla, nada del otro mundo, pero com
les decía tiene un encanto inesperado que provoca una sensación de bienestar y
regocijo con sólo ver los paisajes en que la historia sse desarrolla. Pero más
que ese aspecto técnico, me gustpo que la historia fuera tan sencilla, sin
pretensiones, con un ritmo calmo y agradable, con personajes llenos de energía
y personalidad, con evoluciones graduales y razonadas de los sentimientos y
pensamientos de los personajes. En este dorama nada ocurre en forma instantánea
ni inexplicable, hay un cuidado por explicar al espectador los motivos que cada
personaje tiene para ser, pensar o actuar como lo hacen.
Pero déjenme
decirles que, desde el capítulo 1, hay una tensión amorosa tan grande entre
ella y Kanata que una simple mirada hace acelerar el corazón de nosotros,
indefensos espectadores. Y es que el personaje de Kanata es wooow, para
admirarlo y derretirse por el en cada aparición que hace. Y es que es chef,
bucea, tiene un carácter de los mil demonios, pero es totalmente honesto y
directo con sus sentimientos, y encima de eso un moreno bien guapo, entonces,
cómo no amarlo? Imposible. Y así estuve, babeando por él cada capítulo.
Es cierto que Misaki es algo (demasiado, más bien) impulsiva, e insegura e indecisa también, lo cual parece y es un contrasentido evidente, pero no hace desagradable al personaje, al contrario, es posible incluso identificarse con ella en ciertas situaciones. Claro que no tiene demasiada profundidad como persnaje, sino la normal para una heroína de comedia romántica. Por otra parte, me gustó mucho que mostrara una competencia profesional tan grande. O sea, es muy consciente de sus limitaciones y debilidades, incluso falta de talento a veces como pastelera, pero se esfuerza continuamente por mejorar y lograr las expectativas y estar a la altura que ella piensa tienen los demás con quienes trabaja.
Y esa química con Misaki… ya lo dije? Lo repito, de infarto!. De verdad, ya saben todos que los doramas japoneses son bien mezquinos con los besos, pero aquí no eran necesarios para evidenciar toda esa pasión contenida.
Por otra parte, Chiaki: ay, aquí se me
pone difícil la reseña, porque entro en terreno no deseado, en que debo criticar
y negativamente a este personaje. Confieso que en principio fui team Chiaki,
porque había visto al actor en otro dorama este año, Please love the useless
me, en que hacía del segundón y adivinen, le partían el corazón pese a haber
estado casi medio drama con la mujer que amaba, entonces lo vi de prota en este
drama y dije: ésta es la tuya muchacho, ahora sí que si. Pero el personaje que
interpretó fue tan lento (pajarón o pavo le diríamos en mi país), no dándose
por aludido con nada, enviando mensajes equívocos continuamente, que pese a su
personalidad tan amable y risueña siempre me acabó saturando. Es uno de esos
personajes ridículamente buenos y lentos, que no se la juegan por nada aunque
lo tengan en las mismas narices, lo veía y pensaba: éste es el hijo o nieto
ideal para cualquier mujer, pero jamás la pareja ideal de nadie.
Bueno, ese sería el triángulo
protagonista más relevante. El hermano menor, Touma, tiene una historia
interesante de frustración y de sentimientos de inferioridad frente a sus hermanos mayores tras de sí, pero siento que no se
le dio el tiempo de pantalla necesario. Hubiera querido que así fuera, porque de verdad que el actor hizo un muy buen papel, expresando la dualidad de sentimientos tan fuertes del personaje: el chico bromista, alegre, y orgulloso de sus hermanos; y por otra parte el muchacho herido por el sentimiento de rechazo, de no demostrarse capaz ni talentoso como sus hermanos. Pese a ello, me gusto mucho la relación que tuvo con Misaki, de una complicidad y amistad tan sincera y sencilla que la diferencia de edad entre ellos jamás fue una barrera.
Bien, en cuanto al guión del drama, les decía
al principio que es muy sencillo pero tiene algunos diálogos muy lindos,
honestos y sinceros, de esos que cualquiera puede tener en una conversa con un
amigo al habla de las preocupaciones de la vida diaria. La progresión que tuvo
la historia fue perfectamente bien hecha, todo a su ritmo y calma, nada
inesperado ni inexplicable. Sólo tengo una crítica, y es cierta intervención de
un tercer sujeto amenazando con un secreto familiar del pasado. No me gustó
ninguna de las escenas en que intervino, fue muy forzado todo e innecesario
para el progreso de la historia. Y bueno, reconozco que quedé muy sorprendida
cuando supe que el guionista es el mismo de un dorama que vi el año pasado y
que odié: Koinaka. No sé si ese habrá sido su primer dorama o que, pero hay una
diferencia tan grande en la forma de desarrollar ambas historias que no puedo
sino reconocer la magnífica mejoría del trabajo de guión que tuvo.
En fin, es un dorama tan sencillo y
corto (10 capítulos) que no les digo más para que lo busquen y comprueben
ustedes mismos las razones que les día para verlo. Espero le den una
oportunidad!.
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