sábado, 15 de febrero de 2014

Un litro de lágrimas, o una lección de vida.

Al fin! luego de haberle dado unas cuantas vueltas, he decidido el primer drama que reseñaré, y no es otro que Ichi Rittoru no namida, dorama japonés, cuyo título traducido significa Un Litro de lágrimas. Y como su nombre ya lo anticipa, es un drama emotivo como pocos, dramático en el sentido más humano de la palabra, y no melodramático.

Para quien quiera tomar la recomendación, les contaré mi experiencia con esta historia. Este fue el primer drama asiático que vi. Hasta entonces, sólo veía dramas históricos ( también conocidos como period dramas), de preferencia de la tv inglesa, y basados en las grandes novelas del siglo XIX. Había escuchado la palabrita dorama, pero sólo lo asociaba con Japón, por lo que quedaba fuera de mi espectro de interés. Un día me encontré sin ningún period drama que ver, y la curiosidad hizo el resto. Busqué doramas, vi la explicación sencilla del tipo de producción televisiva japonesa a que hacía referencia, y me encontré con una lista de doramas recomendados, siendo el primero de ellos Rittoru no namida. Desde que comencé a verlo hasta el final de sus 11 capítulos, supe que había encontrado algo nuevo. La historia misma, las actuaciones, los diálogos y la fotografía de la serie me atraparon por completo. 

Ahora bien, fuera de mi experiencia con este dorama, vamos por la información que más importa. Un litro de lágrimas es un dorama japonés, emitido el año 2005, y que está basado en hechos reales. La historia se centra en la vida de la joven Aya Ikeuchi, una muchacha de 15 años, hija de una familia común japonesa, estricta y esforzada, y que está iniciando sus estudios en una prestigiosa secundaria. Al poco tiempo de iniciar esta etapa de su vida, y luego de que su salud comience a deteriorarse, Aya es diagnosticada con una enfermedad neurodegenerativa, llamada Degeneración espinocerebral. Así como suena de grave el nombre de la enfermedad, es el pronóstico que le dan a la familia de Aya: la enfermedad produce que la persona paulatinamente vaya perdiendo sus facultades motoras, para acabar con la muerte, no existiendo esperanza de sobrevida más allá de los 10 años desde el inicio de la enfermedad. Por supuesto, no hay tratamiento ni medicamentos que permitan la cura, por lo que la muerte es inevitable. Aya comienza a escribir un diario, en el que a medida que avanza su enfermedad, va plasmando sus miedos, preguntas, dolores y decepciones más fuertes, pero también sus sueños, esperanzas y alegrías.

Una trama un poco fuerte, verdad? espero que con leerla no se desanimen, porque como comenté antes, esta historia es ante todo un drama humano, y no un típico melodrama telenovelesco. Aquí sabemos desde el principio que la protagonista padece esta enfermedad que la llevará a la muerte, por lo que el conflicto central no es si logra o no sobrevivir, sino la forma en que logra vivir con esta enfermedad. Es en este punto en el que comienza a desvelarse la profundidad de esta historia: una vez que Aya es diagnosticada, vemos los terribles cuestionamientos que primero los padres y luego la misma joven, hacen al destino, o a Dios. Creo que el valor da la familia en la vida del ser humano es el mensaje más potente que nos entrega esta historia, sin dejar de lado, por supuesto, la importancia de amistad y el compañerismo, y la misma dignidad y fortaleza de las personas que deben enfrentar enfermedades con un pronóstico de muerte claro.

Sin embargo, la historia de Aya también se encarga de mostrarnos la peor cara del ser humano: el egoísmo, la falta de compasión, la discriminación de una sociedad que ve a quien físicamente es distinto como un estorbo. Terrible es cierta escena en que Aya debe despedirse de todos quienes se suponía eran sus amigos, quienes ofrecieron su ayuda en un principio, pero para quienes se volvió una carga demasiado difícil de soportar. Entre estas amistades, destaca Asou Haruto, quien se convertirá en un apoyo para Aya al hacer frente más que a su enfermedad, a la sociedad. 

Párrafo aparte merecen las actuaciones, en general no hay ninguna que desentone, pero la de Erika Sawajiri (interpretando a Aya) es francamente genial. Transmite en todo momento cada uno de los sentimientos por los que su personaje está pasando. Los actores que interpretan a sus padres, también geniales, y la relación entre Aya y su madre especialmente alcanza un realismo impresionante.

En general, creo que esta reseña ha sido más bien un comentario acerca de mis impresiones viendo este dorama. Pero creo que ellos es consecuencia de que esta historia está desarrollada de forma poco convencional, pues más que narrar una secuencia concatenada de eventos que precipitan a un final, se expone de forma muy realista un período de tiempo en la vida de una persona aquejada por una enfermedad que se sabe mortal. Esta exposición realista tiene un objetivo claro, que es motivar una reflexión en el espectador, en torno a los principales nudos: dignidad humana, la importancia de la familia, y la discriminación de la sociedad. Estoy muy segura que este es el objetivo último de este dorama, pues está basado en la historia verdadera de Aya Kito, quien en la década de los 80 sufrió esta enfermedad, y la afrontó valientemente, plasmando en un diario de vida su experiencia. A su muerte, los diarios de vida que llegó a escribir fueron publicados en formato de libro, el que se convirtió en un gran éxito en Japón, vendiendo más de 1 millón de copias al año 2005. 


Sin embargo, lo que más me impactó fue la fuerte carga emotiva de esta historia, y que más que justifica el nombre del drama. Creo que a partir del capítulo 3, no hubo capítulo en que no llorara, ya fuera de tristeza, compasión, rabia o emoción. Así de fuerte y desgarrador es este drama.

En un aspecto más técnico, no puedo dejar de mencionar la magnífica OST que acompaña los 11 capítulos del drama: destacan en particular el tema central interpretado por la banda de rock japonesa Remioronem, llamado Konayuki: una auténtica joya musical. Ya lo saben, para mí fue la historia que me inició y al mismo tiempo me animó a seguir descubriendo más del mundo de los dramas japoneses, así que por favor, no dejen de verlo. Es una auténtica lección de vida.

  • País: Japón
  • Año de emisión/cadena: 2005/Fuji Tv
  • Número de capítulos: 11 + 1 especial de 2 horas. 
  • Dónde verlo: doramastv.com
  • Reparto Principal: Sawajiri Erika (Ikeuchi Aya); Nishikido Ryo (Asou Haruto); Yakushimaru Hiroko (Ikeuchi Shioka); Jinnai Takanori (Ikeuchi Mizuo).
  • Frase destacable: "Si miras al cielo después de caer, verás que el cielo azul sigue igual de lejano y que sonríe: ¡ESTOY VIVA, ESTOY VIVA!
  • Calificación final: 10/10. Perfecta.



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