Ayer por fin luego de meses de haber
comenzado su visionado, terminé Atelier, el primer drama en colaboración de
Netflix y Fuji TV de Japón. Tal vez recordarán que dejé aquí en el blog mis
primeras impresiones sobre el drama (esto fue hace meses, no puedo creerlo), y
si terminé recién ahora no fue por pérdida de interés o entusiasmo, muy por el
contrario, Atelier resultó ser un drama tan bien hecho que quise ver cada
capítulo con calma, disfrutar y apreciar el detalle de todo ese trabajo que se
nos mostraba. Porque lo acepto, gracias a este drama, he cobrado interés como
nunca antes en el diseño y la moda de lencería… es decir, siguiendo un poco el
discurso del drama, yo era totalmente pro funcionalidad antes de verlo,
mientras que hoy me he encontrado apreciando la lencería también por su belleza
y elegancia, la nobleza de sus materiales y diseño. Y es que resulta imposible
no caer rendida ante encajes, sedas, satín, broches y diseños conjugados y
diseñados tan bellamente. En fin, como es un drama un poco fuera del radar de
los dramas que vemos en emisión, primero porque es japonés, y luego porque está
en Netflix, no quiero dejar pasar la oportunidad de reseñarle y ver si se
animan con verlo. Vamos allá!
Reseña: Tokita Mayuko
(Kiritani Mirei), es una joven recién titulada de la Universidad en diseño
textil, quien en Tokyo ingresa a su primer trabajo como aprendiz en el mundo de
la moda, en un taller de diseño y confección de lencería de alta clase llamado
“Emotion” ubicado en el lujoso barrio Ginza de Tokyo, taller que es dirigido
por Mayumi Namjo, una diseñadora y modista de fama nacional, con más de 30 años
de experiencia en el rubro, y quien impone tendencias en el mundo de la moda de
lencería con sus diseños. Mayuko descubre un nuevo mundo de glamour y elegancia
con su ingreso al taller, donde sus pensamientos más idealizados acerca de la
moda se ven enfrentados de golpe con la realidad de un oficio que no siempre es
todo lo hermoso, vanidoso y elegante que se espera. A lo largo del drama, somos
testigo del crecimiento de Mayuko como trabajadora en el taller, pero también
en su personalidad, y del desarrollo de Emotion, esa marca que aspira a ser el reflejo
externo de la belleza inherente a toda mujer.
Opinión Personal: Bien, tal vez
la reseña les parezca tan vaga como la que hice al comentar mis primeras
impresiones, pero siento que Atelier es un drama tan particular, tan único en
su estilo (one of a kind gustan de
llamarlo), que no es posible “resumir” en acciones y personajes lo que en el
drama son sólo sentimientos, emociones y pensamientos. Tanto así? Sí, porque es
un drama situado en el mundo de la moda, pero no por ello resulta frívolo ni
superficial, muy por el contrario, el drama busca manifestar el significado
real y tan íntimo que para cada mujer tiene el vestir lencería y elegirla. Es
un drama que tiene por protagonista a Mayuko, pero no se trata sobre ella:
vemos gran parte del drama desde los ojos de ella, pero cuya verdadera estrella
es la lencería, y todo el proceso para acabar en ella: desde la búsquedas de
motivos o temas de inspiración, pasando por el dibujo y diseño de las piezas,
hasta su confección, estrategias de comercialización y comunicación con los
clientes. Puede sonar como un proceso frío y aburrido, pero no lo es. Vi todo
este proceso una y otra vez en sus capítulos, y fue imposible no desear haber
tenido el talento para crear, diseñar e innovar en lo que fuera.
Decía antes que Atelier presenta el
trabajo de la alta costura de lencería como un verdadero trabajo de artesano, y
en ese rol la Presidenta Namjoo es quien se muestra en gloria y majestad. Ella
y sus croqueras, grafitos y lápices de colores, con sus patrones, máquinas de
coser, alfileteros y maniquíes. Namjoo cumple un rol de artista, sólo que su
obra no está destinada a decorar muros, sino a embellecer aún más el cuerpo de
toda mujer. Suu posición en el mundo de la moda es clásico, y a veces por ello
intransigente: Namjoo se niega a entrar en la producción en masa, porque siente
que ello equivale a no respetar los deseos de sus clientas. Para ella, es
fundamental la comunicación directa con las mujeres para quienes diseña y crea,
y la masividad impide ese contacto. Pero sobrevivir en un mundo tan competitivo
como el de la moda con esta concepción parece casi una odisea, en la que
Emotion se ve amenazada ante el imparable avance de la producción en masa, y
que genera un conflicto constante entre Namjoo y su equipo de trabajo. Mayuko y
muchos de sus compañeros quieren, como viento fresco, abrir a Emotion a nuevos
públicos, unirse, en otras palabras, a los beneficios de la producción en
serie.
Bueno, aparte de todo el proceso creativo que podemos ver en el drama,
hay también un énfasis importante en la competencia de mercado, y en la
relación que existe entre el mundo editorial de las revistas de moda y las
marcas de moda, reflejado en unos cuantos capítulos dedicados a la producción y
lanzamiento de un desfile de modas. Disfruté cada segundo de esos capítulos.
Habrán notado que no he comentado nada
de los personajes, y es que no tienen un gran desarrollo argumental en cuanto a
ellos como persona: vemos su desarrollo en relación a Emotion. No hay línea
amorosa (pese a alguna que otra insinuación), no hay mayores conflictos personales
(aunque sí referencias a algún pasado), no hay sexo, alcohol ni pasiones
arrebatadoras. En Atelier, pese a ser moderno, estar situado en el competitivo
mundo actual, las acciones de sus personajes reflejan una serenidad y cortesía
típicamente japonesa de un mundo ya casi olvidado en el pasado. Es cierto sí que los personajes pueden parecer un poco idealizados, trabajadores con un compromiso tan grande por su trabajo que resulta un poco ajeno a nuestra mentalidad occidental. Pese a ello, vemos el opuesto positivo, y es que ese mismo compromiso lleva a cada uno de los personajes a defender sus ideas, abogar por cambios cuando estiman que es necesario.
Bien, creo que eso es en resumen las
impresiones que ha dejado en mí este drama. Fascinada, así es como lo terminé,
gocé viendo, apreciando y admirando cada uno de sus 13 capítulos (45-50 minutos
cada uno), una dirección cuidada hasta el mínimo detalle, un guión consistente y conmovedor, fotografía bellísima, todo ello es por lo que se los recomiendo tanto. Para el gusto de algunos
podrá resultar monótono y hasta aburrido, pero denle una oportunidad para
disfrutarlo, estoy segura que los conquistará. Porque el mensaje que trata de
entregar resulta maravilloso: La belleza es un arma para toda mujer.
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