viernes, 22 de septiembre de 2017

Ani ni Ai Saresugite Komattemasu: un mini dorama alegre y juvenil.


Hola! Hoy, para terminar esta semana, vengo con una entrada que será muy breve, tal y como lo fue el espacio de tiempo que me tomó terminar el drama del que les hablaré hoy. Bueno, en realidad se trata de un minidrama japonés, de 5 capítulos de 22 minutos cada uno aproximadamente, así que tal vez el mérito de haberlo terminado en una noche no sea mucho como me pareció en principio, jaja. Pero como les he venido contando en forma majadera, el tiempo de que dispongo es tan poco que me siento realizada al terminar un drama.  Así es que bueno, ayer tuve algo de tiempo libre y quería ver algo liviano, ágil, que no me hiciera pensar en absoluto sino sólo disfrutar. Y cuando leí la descripción de este drama escolar, en tono comedia-romance, supe que era lo que necesitaba.

El dorama se llama “Ani ni Ai Saresugite Komattemasu”, traducida al español como "My brother loves me too much", fue emitido este año (entre abril y mayo, creo), y está basado en el manga del mismo nombre que comenzó a publicarse en octubre de 2015 por Shogakukan, escrito por Rina Yagami. Me llamó la atención la brevedad de su formato, pero al leer un poquito más supe la razón: el 30 de junio de este año se estrenó la película basada en tal manga, por lo que el minidorama fue una especie de introducción a la historia que se desarrollaría en la película. En fin, invito a todos quienes disfrutaron y aman Itazura na kisss (y sus diversas versiones), Good morning call, y otras historias shoujo, a leer la reseña y convencerse de ver el drama.

Reseña: Setoka Tachibana (Tao Tsuchiya) es una estudiante de instituto de 17 años. Ella tiene una lamentable mala racha en el amor, que la ha llevado a ser rechazada 12 veces de las 12 oportunidades en que se ha confesado, desde sus 5 años. Lo que para Setoka era una maldición, pronto se convierte en motive de misterio al descubrir que, detrás de todos los rechazos que ha sufrido, ha estado su hermano mayor, Haruka Tachibana (Ryota Katayose), quien tanto la protege como se atreve a ser el único en molestarla.  Haruka ha decidido proteger a su hermana de todo el que la pueda hacer sufrir, llegando a decir que él es el único que la puede hacer llorar. Así se convierte en un incordio para su hermana y una pesadilla para sus pretendientes. Pero las cosas se complican cuando reaparece en sus vidas Takane Serikawa (Yudai Chiba), el primer amor de Setoka y quien fuera el primero en rechazarla. Takane es ahora un apuesto médico, y pese a su éxito con las mujeres, parece haber recordado muy bien a su antigua admiradora. Setoka, por su parte, siente renacer el amor que sintió cuando pequeña, y su hermano se opone firmemente a este acercamiento, pues él mismo guarda un secreto.

Comentario Personal:  Lo primero que diré de este dorama es que es una historia extremadamente básica, así que no esperen que haya un desarrollo profundo de los personajes, ni una contextualización acabada, porque no los hay. Pero curiosamente, no creo que esto haya afectado el desarrollo de la historia en su totalidad, tengo la impresión que hubo un muy buen trabajo de guión y edición, que permitió condensar una historia que, pese a no ser compleja, tiene varias aristas, en el escaso tiempo de que disponían. En cuanto a los aspectos técnicos, algo que me maravilló fueron las locaciones: la historia se desarrolla íntegramente en una ciudad costera donde viven los protas, y la acción se desarrolla en su mayoría en la escuela, el trayecto a su casa, y la casa misma, y déjenme decirles que la vista al mar es maravillosa, como de postal. Y bueno, imposible no decir que amé la casa y especialmente la habitación de Setoka!. Visualmente, el drama es muy agradable, con colores muy vivos y cálidos, que te hacen desear estar en primavera en una playa.

Ahora, en cuanto a los personajes, debo decir que me dejaron medianamente conforme. La actriz que interpreta a la protagonista es muy natural, nada de sobreactuada, agradable en definitiva. Ayuda mucho el que su personaje, pese a ser la típica adolescente que sólo piensa en el amor, no manifiesta rasgos de tontera al nivel de Kotoko en Itazura Na Kiss, por ejemplo, o de pasividad exasperante como la prota de Good Morning Call. Setoka es una muchacha simple, alegre, espontánea y nada vergonzosa. Como decía al principio, no hay mayor desarrollo del carácter de los personajes, así que es todo lo que puedo decir sobre ella.

Su hermano Haruka, por su parte, no me resultó totalmente agradable. En primer lugar, afecta el que el actor que lo interpreta sea demasiado limitado en sus habilidades actorales, me daba risa en ciertas escenas porque en su intento de ser dramático, terminaba siendo demasiado sobreactuado. Pero el personaje mismo resulta molesto, por esa sobreprotección constante sobre su hermana y por la invasión excesiva de su especio. Y bueno, confieso además que desde el primer minuto me sentí incómoda con cómo se desarrollaba la “química” entre hermanos, particularmente de él hacia ella…. No puedo decir más, pero en cuanto tuve esa impresión pensé que estaba viendo una adaptación cómica de ese melodramón que fue “Boku wa imoto ni koi o suru”, traducido al español como “Estoy enamorado de mi hermana pequeña”. Ya descubrirán ustedes si hay semejanzas.

En cuanto al resto del elenco, está bien, cumplen su función de relleno y divierten bastante. La mejor amiga de Setoka resulta ser la hermana de uno de los pretendientes que rechazaron a Setoka, y que en algún momento recobra su interés en ella. El mejor amigo de Haruka, por sub parte, es el hermano menor de Takane, el primer amor de Setoka. Así, se producen  muchas situaciones divertidas y enredadas, en que este grupo de muchachos lidian con el amor, hermandad, y la amistad.


En resumen, fue un dorama muy entretenido, que me ayudó a despejarme  sólo riendo, sin necesidad de pensar casi. Si buscan algo semejante, no dejen de verlo!.


lunes, 11 de septiembre de 2017

Million yen women: misterios y secretos de una casa.

Hola! Hace algún tiempo que no traía una recomendación de Netflix, así que en esta ocasión justamente reseñaré lo último que vi en el portal y que, afortunadamente, es un dorama japonés, así que cuando se comenzó a anunciar su emisión mis expectativas se elevaron de inmediato. Se trata de Million yen women, dorama que, ya en su tráiler, nos engancha con el aparente misterior que rodea a 5 misteriosas mujeres que acompañan al protagonista. Mi experiencia en Netflix viendo contenido japonés ha sido escasa y algo disímil: Atelier fue un dorama perfecto y hermoso; Good morning call fue adorable pero mediocre. Cuál suerte fue la que corrió Million yen women? Ahora les comento.

lunes, 4 de septiembre de 2017

Boku unmei no hito desu: un amor destinado.


Hola hola! Luego de unas cuantas semanas desaparecida, al fin puedo regresar al blog, segura ya de tener material considerable sobre el que escribir. Como a muchos debe ocurrirles, el flagelo de la vida adulta me consume de tal forma, que me deja casi sin tiempo de ocio. Aún recuerdo con añoranza esos días en que podía darme maratones de dramas en un par de días, tristemente esa época quedó sólo en mis recuerdos, y no porque haya dejado de disfrutar de los múltiples mundos que nos proporciona la ficción, sino porque hoy disponer de tiempo libre para ver dramas o series es casi un lujo, así que cuando logro terminar algo, siento  orgullo y alegría por mí misma jaja.

lunes, 24 de julio de 2017

Kuzu no honkai: el desenfreno del amor adolescente.

Hola! Les cuento que este fin de semana que pasó ya di el paso definitivo en cuanto a retomar el visionado de dramas, sana costumbre que por razones de fuerza mayor (falta de tiempo) tuve que dejar a un lado casi toda esta primera parte del año. Así, vi el segundo capítulo de un drama coreano terminado hace poco tiempo, Fight my way. Pedí recomendaciones por aquí y por allá, y hubo un relativo consenso en que este drama es de lo mejor de la temporada que pasó, así que ya vistos los 2 primeros capítulos, me dejó contenta y enganchada así que seguiré viéndolo. Por otra parte, vi el capítulo 2 de un drama japonés también emitido este año, y terminado hace algunas semanas, se trata de Boku, unmei no hito desu, comedia romántica que supe debía ver en cuanto se conocieron sus protagonistas: Yamashita Tomohisa y Kamenashi Kazuya, ambos juntos en el mismo drama, un sueño!. La verdad no es tan adictivo como otras comedias románticas que cada uno ha tenido por separado, pero si está lo suficientemente entretenido como para continuar viéndolo.

Y bueno, además de estos nuevos dramas, recordé que dejé a medio terminar unos cuantos dramas: Voice, que lo dejé por el capítulo 13 creo; Tomorrow with you, abandonado por el 10; y Kuzu no honkai, el melodrama adolescente abandonado por el capítulo 8 de 12. Y como estaba con ganas de terminar lo que quedó a medias, me decidí por Kuzu no honkai y terminé de ver los capítulos que me faltaban ayer. Recordarán que en su momento di mis primeras impresiones de esta adaptación del manga del mismo nombre, y les comentaba sobre lo sorprendida que estaba al ver en un drama japonés más atrevimiento del usual, tanto en los diálogos como en los personajes. Sigo pensando así? Ahora les cuento.
Reseña: Yasuraoka Hanabi (Yoshimoto Miyu) y Awaya Mugi (Sakurada Dori) son jóvenes de unos 17 años, ambos estudiantes de la misma escuela, aunque sin intereses en común que los acerque. Sin embargo, algo comparten: cada uno de ellos se encuentra enamorado en secreto hacia su maestro ella, y hacia la profesora de música él, sin haber confesado nunca sus sentimientos. Cuando se dan cuenta que ambos tienen un amor imposible, comienzan a salir para llenar el vacío que tienen, dando la apariencia de pareja perfecta, pero ocultando el pacto al que han llegado, basado en 3 condiciones: no deben enamorarse el uno del otro, romperán en cuanto cualquiera de ellos tenga éxito con su interés amoroso real, y ambos cumplirán los deseos físicos que tengan (¡!). En resumidas cuentas, cada uno será el sustituto del interés amoroso real del otro. Pero los sentimientos no siempre obedecen a lo planificado, y nuestros jóvenes protagonistas se enfrentarán a ello con solo las herramientas que su juventud les ha dado.

Opinión Personal: Dos cosas llamaron poderosamente mi atención cuando comencé a ver este drama: primero, el desparpajo con el que se habla de sexo y muestra (aunque en parte) escenas de contenido sexual o indiciarias de ello; y en segundo lugar, lo profundamente melodramática que es la existencia de nuestros protagonistas. Sobre lo primero, no quiero ahondar mucho, pues no es per sé una razón que agregue o quite valor a una historia a mi parecer. Más allá de ser llamativo el hecho que en un mismo drama se reúnan una serie de tabúes o al menos temas controversiales, como lo son relación amorosa profesora-alumno; relaciones sexuales en jóvenes; relación amorosa chica-chica;  siento que es más bien una debilidad el hecho que el desarrollo de los personajes estuviera tan orientado y condicionado por esa manifestación de su humanidad.

En cuanto a lo profundamente melodramático de la existencia de los protagonistas, creo que se explica porque es el tono que le quiso dar el autor del manga a la historia desde el principio: Hanabi y Mugi son dos jóvenes en plena juventud, experimentando por primera vez sentimientos tan poderosos como el amor (o enamoramiento), la atracción física, y los sentimientos que asociados a ese sentimiento tan avasallador se manifiesta en ellos: la necesidad de posesión del ser amado, pero al mismo tiempo, la rabia y frustración ante la indiferencia de sus objetos amorosos, el dolor de sentirse ignorados primero, rechazados eventualmente. Creo que esa existencia melodramática de la que hablaba al principio se explica por esa pasión, arrojo e impulsividad con que nuestros jóvenes protagonistas enfrentan esta etapa de sus vidas. Nosotros, como espectadores, sabemos que sólo son sus hormonas, que sólo es un enamoramiento pasajero, pero para ellos es el todo, la razón de su existencia y el impulso de su actuar. Si el drama no tomara demasiado en serio esta actitud, habría sido incluso tierno ver la seriedad y sentido de la tragedia con que los protagonistas lidian con su conflicto amoroso, pero ese melodramatismo llevado al extrema se vuelve absurdo en cierto punto, hasta ser evidente lo inverosímil de ciertos diálogos, comportamiento y personajes.

En Kuzu no honkai no hay héroes blancos e inmaculados, ni villanos: cada uno de los personajes principales tiene sus propios demonios, y se enfrenta a ellos de distinta forma. Pero hay algo sí que los une a todos: el sentirse incomprendidos por sus semejantes, solitarios en un mundo vano y superficial, necesitados de afecto para evitar la desolación. Les suena a algo esto? Lo emo, cómo olvidarlo.  Y aquí inserto algunas frases que me parecieron notables:
¿Por qué el amor no correspondido te hace sentir tan vacía por dentro?
Si de verdad quieres cambiar a alguien, primero debes cambiarte a ti mismo, no? Si la persona que amo estuviera conmigo, estoy seguro que podría cambiar. Y si las personas pueden cambiar es siempre por esa persona destinada que no puede ser sustituida.
Dicen que tu primer amor nunca se hace realidad.

Lo bueno? Kuzu no honkai es un drama que resulta satisfactorio, pese a como dije antes, ese afán de atribuirle gravedad excesiva a la existencia de los protagonistas. Es interesante ver algo muy distinto a lo que estamos habituados en los dramas adolescentes, los dos personajes principales son muy interesantes aunque algo básicos, y los giros argumentales hacen que la atención se mantenga todo el tiempo.  
Lo malo? La gravedad excesiva en el desarrollo de la historia, lo inverosímil de algunos personajes, lo básicos que resultan otros tantos (el profesor, sin ir más lejos).

Lo recomiendo a quien busque algo liviano, pues son sólo 12 capítulos de unos 20 minutos cada uno. Sé que el animé se emitió al mismo tiempo que el dorama, alguien lo vio? Cuéntennos a ver si logramos establecer alguna comparación. Cariños!!

viernes, 21 de julio de 2017

Recomendando libros: Un día en la vida de Ivan Denisovitch.


Hola! Cómo va la vida? Espero que estén teniendo días tranquilos y bueno, ya es viernes así que aún cuando no sea así, todo mejora ad portas del fin de semana. Tal como anticipé en la entrada de la semana pasada, hoy continuaré recomendando otra de mis últimas lecturas, a ver si se motivan con ella, pues tal vez como yo, la había rehuído por mucho tiempo sin razón concreta más allá de sonar demasiado “sombría”. Estoy hablando de Un día en la vida de Ivan Denisovitch, del Premio Nobel de Literatura soviético Alexandr Solzhenitsyn, libro que además de ser ya considerado un clásico del siglo XX, es una obra tremendamente valiosa en cuanto retrata tal vez la forma de vida más dura que hubo durante el régimen soviético: la de los condenados políticos en los campos de trabajo forzado en los agrestes territorios de la entonces Unión Soviética. La verdad, pese a que soy una amante de la literatura rusa, mi devoción hacia los clásicos me había impedido hasta ahora incursionar en obras de autores más contemporáneos. Es decir, tal vez no contemporáneos a nosotros en cuanto individuos, pero si en cuanto a la proximidad del tiempo a gran escala: obviamente los acontecimientos del siglo XX nos resultan más cercanos que los de siglos anteriores, de la Rusia zarista, por ejemplo.

jueves, 13 de julio de 2017

Recomendando libros: Estío, de Edith Wharton.

Hola! Luego de un (nuevamente) prolongado tiempo de silencio, hoy traigo una nueva publicación, signo de que este espacio aún se resiste a morir, pese a que en lo que va de año el “aporte” se ha reducido a ocho escuálidas entradas. Debo confesar, con una mezcla de tristeza, culpa y vergüenza, que escribo estas líneas no tanto porque me sienta con la seguridad de recomendar algo, sino más bien para tratar yo misma de darme ánimo y volver a mantener activo este espacio, que me entretiene y relaja, y permite expresar con libertad los desvaríos que libros, series y películas tan frecuentemente provocan, en mi y en muchos de quienes me leen, como estoy segura. No tengo justificación a la inconstante presencia que he tenido en el blog este año, más que el tiempo parece avanzar cada vez más rápido y ser a la vez más escaso. Estoy segura que esto es una simple percepción humana que se acentúa con los años, pero resulta curioso y lamentable que adquiera visos de realidad. En fin, esta falta de tiempo (o percepción de, para ser más exacta) ha hecho que prácticamente abandone una de mis mayores entretenciones en años anteriores: ver dramas. En serio, sólo he visto uno completo este año, el drama japonés que fue precisamente la última reseña en el blog. Los extraño? No tanto, he visto e interesado ampliamente por Netflix, y creo que necesitaba un tiempo para sacudirme de tanta ficción con clichés que abunda en dramalandia. A cambio, he tratado de ser más constante en la lectura. No he leído mucho, pero lo que he leído me ha dejado muy conforme.

domingo, 16 de abril de 2017

Nigeru wa haji da ga yaku ni tatsu: comedia romántica adorable y reflexiva.

Luego de una eternidad sin escribir, regreso a este rinconcito no diré que definitivamente, pero si al menos con la intención de publicar algunas cosas interesantes que he visto-leído-escuchado estos últimos meses. Y no es que sea mucho, lamentablemente. O tal vez sí, pero no todo lo que quisiera. Así a modo de resumen express, los últimos meses he visto 3 series en Netflix (Love-sus 2 temporadas-, Crazy ex girlfriend-la primera temporada- y Black mirror); tengo a medio terminar varios dramas (Voice, Tomorrow with you, Kuzu no honkai, y Strong woman Do Bong Soon); y he leído mucho menos de lo que quisiera, para mi vergüenza.

Recuento de mis películas vistas el 2019

Hola, buen día! Hoy traigo una entrada de esas que, en lo persona, más disfruto leer en blogs o cuentas de instagram, o de ver en yout...